En el siglo XIX los puertos Filipinos se abrieron al comercio internacional, lo cual hizo crecer la economía del país. También aumentó el intercambio cultural, y llegaron a Filipinas nuevas ideas como las de la Revolución Francesa. En 1810 los territorios españoles de América y Filipinas se consideraron oficialmente provincias, y obtuvieron por primera vez representación en Las Cortes de Madrid. La Constitución de Cádiz de 1812 ratificó estos cambios y otorgó la ciudadanía española a todos los habitantes de los territorios de ultramar. Con la independencia de México en 1821, Filipinas pasó a depender directamente de Madrid, con lo que se fortaleció el vínculo político, comercial y cultural con la metrópoli, especialmente tras la invención del barco de vapor unas décadas más tarde, y la apertura del Canal de Suez en 1869.
En 1863 se estableció un sistema de educación pública y gratuita que puso a Filipinas a la vanguardia de Asia. Surgió toda una clase de intelectuales educados en español (abogados, médicos y escritores) llamados los "Ilustrados", que participaron en el movimiento reformista, y algunos posteriormente en el revolucionario. La educación pública impulsó el uso del idioma español más allá de los ámbitos político, comercial y académico, y lo convirtió en la lengua franca del país. El español era el vehículo de comunicación para filipinos de distinta procedencia y lengua. A finales de siglo ya existía una importante proporción de filipinos hispanohablantes, lo cual dio lugar a una literatura en español, y una prensa filipina en español, que duraron hasta mediados del siglo XX.
Las nuevas ideas liberales entraron en Filipinas gracias al mayor intercambio con la metrópoli, la amplia difusión del español, y la posibilidad misma de filipinos de viajar a Europa como ciudadanos españoles. Es el caso del escritor, médico y luego héroe nacional, José Rizal, que residió en España y otros países europeos para continuar sus estudios. Allí participó junto con otros "Ilustrados" como Graciano López Jaena y Marcelo H. del Pilar en una sociedad de influencia masónica llamada "La Solidaridad", que reivindicaba la representación de Filipinas en Las Cortes, interrumpida unas décadas antes. También exigían mayor autonomía para Filipinas, y el recorte del poder de la Iglesia Católica en las islas. El grupo organizó las demandas reformistas que luego derivaron en el movimiento revolucionario. Andrés Bonifacio, jefe del grupo independentista armado Katipunan, se inspiró en las ideas de José Rizal y sus novelas Noli me Tangere y El Filibusterismo. La revolución estalló en 1896, apoyada por la masonería española a través de sus logias en las islas. En 1898 Estados Unidos declaró la guerra a España con el propósito de ayudar a los revolucionarios filipinos y cubanos, aunque ambicionando los territorios españoles en el Caribe y el Pacífico.
Tras la derrota de España en la Guerra Hispano-Norteamericana, el nuevo líder del movimiento Emilio Aguinaldo, proclama la independencia de Filipinas el 12 de junio de 1898. En enero de 1899 se establece la República Filipina con Aguinaldo como presidente, y se promulga la Constitución de Malolos, llamada así por celebrarse el congreso constituyente en la ciudad de Malolos, provincia de Bulacán. La mayor parte de los líderes revolucionarios eran hispanohablantes, y por ello eligieron el español como idioma oficial de la nueva república, con muchos preceptos similares a las constituciones hispanoamericanas. La propia Constitución estaba escrita enteramente en español, así como el Himno Nacional Filipino.
Sin embargo, tras la rendición española, las fuerzas norteamericanas no entregaron sus posiciones al ejército filipino, y el gobierno de Aguinaldo fue declarado rebelde por las fuerzas norteamericanas, basándose en el Tratado de París de 1898 por el que España cedía las islas a EE.UU. Así, en Junio de 1899 se desató la Guerra Filipino-Norteamericana que se prolongó hasta 1903 (oficialmente) año en que fue capturado Emilio Aguinaldo. Las hostilidades continuaron sin embargo hasta 1913. Durante la contienda murieron cientos de miles de personas. Alcanzada la paz, el nuevo gobierno creó instituciones democráticas supervisadas, sustituyó el español por el inglés como idioma de la educación y asuntos oficiales, y redistribuyó terrenos y propiedades de la Iglesia Católica. En 1935 el gobierno norteamericano creó el régimen de Mancomunidad o Commonwealth, otorgando cuotas de autonomía a Filipinas en preparación para su independencia diez años más tarde. Durante la Segunda Guerra Mundial el archipiélago fue ocupado brevemente por Japón. En 1945 el ejército norteamericano desalojó a las fuerzas japonesas tras duros enfrentamientos en distintas puntos del país. En los bombardeos de la Batalla de Manila perecieron miles habitantes de los barrios históricos de Malate, Ermita, y el casco antiguo de Intramuros, que quedaron destruidos. Terminada la Segunda Guerra Mundial, le fue concedida finalmente la independencia a Filipinas en 1946.
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