Primera página del artículo "La Obra de España y sus Frailes Misioneros en Filipinas según Juicio de los que Visitaron estas Islas en los Siglos XIX y XX" por Guillermo Gómez-Rivera, de la Academia Filipina de la Lengua. Documento completo en link más abajo.
En el libro de dos tomos que comprende el supuesto censo filipino de 1905, publicado ese mismo año por el gobierno militar y colonial de los Estados Unidos en estas Islas, aparece una reseña histórica, escrita, según los redactores del periódico Libertas, "con espíritu masónico", con el objetivo de calumniar a los frailes españoles y tergiversar, cuando no denigrar, toda la obra de España en Filipinas, que fue realmente en beneficio del pueblo filipino desde 1571 hasta 1898, y hasta poco después.
El mensaje principal de dicha reseña no era otro que el de presentar a los invasores WASP usenses como "los buenos", "los libertadores de los filipinos", y a los españoles, particularmente los frailes y misioneros, como "sus crueles opresores". Para refutar las mentiras y calumnias de dicha reseña, los mencionados redactores del periódico "Libertas" recogieron varias opiniones sobre la obra española en Filipinas, de distintos escritores alemanes, franceses e ingleses que visitaron y vivieron en estas islas durante el tiempo español. He aquí lo que han dejado escrito dichos escritores extranjeros sobre Filipinas, con ello refutando muy de antemano, lo que más tarde escribieran escritores y propagandistas WASP usenses, y sus lacayos filipinos, en lengua inglesa.
F. Jagor, escritor alemán que visitó Filipinas por los años 1859 y 1860, dice en su obra "Reisen in den Philippinen" Berlin, 1873, lo que sigue (1):
"Hay que reconocer el mérito de España por la gloria de haber mejorado las condiciones de un pueblo, que aún estando relativamente civilizado, era víctima continua de mezquinas guerras internas por las cuales había caído en un estado de incultura y desorden. Se puede considerar que los habitantes de esas hermosas islas, en su conjunto, vivieron muy confortablemente durante los últimos cien años, al estar protegidos de enemigos externos y gobernados por unas leyes poco severas, en comparación con cualquier otro país tropical tanto bajo dominio europeo como nativo. Esta situación positiva de los naturales de Filipinas se debe en gran medida a las frecuentemente discutidas condiciones que siempre protegieron sus intereses debido a que los misioneros españoles estaban particularmente bien preparados para enseñarles una nueva religión y un código moral (hispánico). Y resultaría difícil encontrar una colonia en la que los nativos, en su conjunto, se sientan más cómodos que los de Filipinas. La administración española de las Islas fue siempre poco severa."
(1) Notas al final del artículo
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